
Muertos no son los que descansan en una tumba fría, son aquellos como yo, que aun teniendo el alma muerta, viven todavía. Esconderé todas las mentiras que mis temores callaban ocultándome entre las sombras de un delirio que nunca acaba, sosteniendo en silencio el afilado tiempo que me desgarra, sintiendo cada gota vacía, huir de mis heridas y escapar lejos sin importar si vivo o muero, sin importar este dolor, en este mar de pesadillas llamado vida, estoy yo… he intentado comprender y vencer esta enfermedad pero mis ojos se niegan a ver, a creer tu sucia falsedad , sin importar si vivo o muero, sin importar la soledad, bajo lagrimas de hielo… que atormentan mi verdad. Cicatrices en el alma. El reflejo roto de un sueño el amor perdido sin dueño, los segundos que se escapan, en el vacio eterno y caer en los brazos del maldito infierno, el alivio que existe en mis heridas, es la luz que me despierta y me muestra la salida que me entierra, para todos aquellos como yo… a los que las cicatrices adornan su cuerpo a los que no encontraron la salida…
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