domingo



Hoy sólo deseo volar, extender mis alas, no sin antes haberlas reconstruido, haber unido cada pluma arrancada, como los sueños que dibujaba en cada una.

Hoy sólo deseo que las gotas que caen del cielo, tapen mi rostro y enjuguen mi dolor, y al aparecer en la cumbre aquellos destellos de luz que dan calor a mis heladas manos, culminen el acto borrando mi pasado.

Una pieza tan frágil como es el corazón humano, puede tener consecuencias ante un sombrío suceso, dando lugar a una lucha constante por no mentir, por no hacer lo que alguna vez le hicieron, sin embargo hay muchos corazones que guardan un resentimiento desolador, que los hace fríos, grises y soberbios.

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